Las mejores frases y reflexiones de Cicerón

Marco Tulio Cicerón​ (106 a. C. – 43 a. C.) fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano.​ Se le considera uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.​​

FRASES COMENTADAS:

1. Estar contentos con lo que poseemos es la más segura y mejor de las riquezas.

Hoy en día nos dan el mensaje contrario. No puedes estar contento con lo que tienes. Siempre tienes que tener más, ambicionar más, desear más. Por ello, hay tantas depresiones y ataques al corazón. ¿Y para cuando vivir tu vida tranquilamente? Primero agradece lo que tienes y disfrútalo. Luego, lucha por lo que te falta.


2. Comed y bebed, que después de la muerte no habrá ningún placer.

Y te lo dice Cicerón que lleva 2000 años muerto. Hay que cuidarnos, claro que sí, pero tampoco olvidarnos de disfrutar de la vida, de nuestra vida, de este hermoso y único momento.


3. Hago más caso del testimonio de mi conciencia, que de todos los juicios que los hombres hagan de mí.

Esto se llama amor propio, autoestima. Si elevar tu opinión, tu punto de vista, tu propia conciencia, caminarás sin temor al que dirán y brillarás con luz propia. Mucha gente talentosa, ha ocultado sus virtudes por el temor a los demás. Estarás muerto en vida.


4.Todos los hombres pueden caer en un error; pero sólo los necios perseveran en él.

Todos tenemos miedo a equivocarnos, sin embargo, nuestro temer debería estar enfocado en no aprender de esa situación. Ese debería ser nuestro miedo. Si no aprendes, estás destinado a caer otra vez en el mismo pozo.

ANÉCDOTAS DE CICERÓN:

  1. Un Senador, Marco Apio, dice que la persona a la que va a defender le ha rogado que lo haga con veracidad, con razón y con buena fe. Al terminar , Cicerón le pregunta: ¿Y cómo tienes, Apio, el valor de no hacer nada de lo que tu amigo te ha pedido?.

2) En otra ocasión, con motivo de haber pedido César que se distribuyeran tierras a sus soldados, el anciano senador Lucio Gelio dijo que ese reparto no se haría mientras él viviera. Cicerón comentó: Esperemos, pues. Gelio no ha pedido un plazo demasiado largo.

OTRAS FRASES GENIALES DE CICERÓN:

1. Que las armas cedan a la toga.

2. El que seduce a un juez con el prestigio de su elocuencia, me parece más culpable que el que lo corrompe con dinero.

3. Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo.

4. ¿Hasta cuándo, Catilina, vas a abusar de nuestra paciencia?

5. El testimonio de mi conciencia, es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres.

6. Somos esclavos de las leyes para poder ser libres.

7. Estar contentos con lo que poseemos es la más segura y mejor de las riquezas.

8. De hombres es equivocarse; de locos, persistir en el error.

9. Donde quiera que se esté bien, allí está la patria.

10. La fuerza es el derecho de las bestias.

11. La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.

12. El cultivo de la memoria es tan necesario como el alimento para el cuerpo.

13. Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad.

14. Comed y bebed, que después de la muerte no habrá ningún placer.

15. Los poetas nacen, los oradores se hacen.

16. Pensar es como vivir dos veces.

17. A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos.

18. La naturaleza misma ha impreso en la mente de todos la idea de un Dios.

19. Nunca ofendas a un amigo, ni siquiera en broma.

20. No hay hombre de nación alguna que, habiendo tomado a la naturaleza por guía, no pueda llegar a la verdad.

21. La victoria es por naturaleza insolente y arrogante.

22. Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria.

23. La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.

24. No hemos nacido solamente para nosotros.

25. No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinaria vuelve también ciegos a aquellos a quienes acaricia.

26. ¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?

27. La historia: testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad.

28. No existe ninguna justicia si a cada uno no le está permitido poseer lo suyo.

29. No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.

30. No hay momento de la vida que esté libre de deberes.

31. La virtud es la razón perfeccionada.

32. Mis libros siempre están a mi disposición, nunca están ocupados.

33. Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.

34. Toda la vida de los filósofos es una meditación sobre la muerte.

35. Este es el primer precepto de la amistad; pedir a los amigos sólo lo honesto, y hacer por ellos sólo lo honesto.

36. Los hombres se asemejan a los dioses cuando hacen el bien a la humanidad.

37. No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable.

38. Vivir sin amigos no es vivir.

39. Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia.

40. No das un paso, no tramas un complot, no concibes un solo pensamiento sin que yo lo sepa; y digo más, sin que yo lo conozca en todos sus detalles.

41. Hago más caso del testimonio de mi conciencia, que de todos los juicios que los hombres hagan de mí.

42. Así, si quieres mirar arriba y ver esta sede y mansión eterna, no confíes en lo que dice el vulgo, ni pongas la esperanza de tus acciones en los premios humanos; debe la misma virtud con sus atractivos conducirte a la verdadera gloria.

43. Ningún hombre ha llegado a ser grande sin un toque de divina inspiración.

44. La pérdida de nuestras fuerzas es debida más bien a los vicios de la juventud, que a los estragos de los años.

45. La vida feliz y dichosa es el objeto único de toda la filosofía.

46. Lo sabemos todo: la luz del día no es para nosotros tan clara como tus culpas.

47. Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.

48. Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.

49. Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.

50. La observación de la naturaleza y la meditación, han generado el arte.

51. No hay absurdo que no haya pasado por la cabeza de algún filósofo.

52. Superstición, aquella en la que se condensa un inane temor de los dioses; religión, aquella que se cimenta en un piadoso cultivo de la divinidad.

53. No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza.

54. Claro está que, si hubiera de nombrarse de oficio un defensor, se elegiría con preferencia al que, reuniendo a la auto­ridad del magistrado el talento del orador, se hallara revestido de la dignidad que va a revestir el acusado.

55. Os expuse, senadores, el motivo de mi partida: ahora os expondré brevemente el de la vuelta, en que hay más que admirar.

56. Allá los otros con lo que digan de ti, pues han de hablar; porque todo lo que digan quedará circunscrito también por este pequeño espacio de las regiones que ves, ya que jamás fue perenne la fama de nadie, pues desaparece con la muerte de los hombres y se extingue con el olvido de la posteridad.

57. Si se piensa que mis sentimientos han cambiado, que se ha quebrantado mi firmeza, que mi alma se ha abatido, es un extraño error.

58. Parecía que había amanecido una nueva aurora, no sólo desterrada la tiranía que nos había tenido sojuzgados, sino también el miedo de volver a ella: y dio a la República una gran prenda de que quería la libertad de la ciudad, con haber desterrado del todo el nombre de dictador, que muchas veces había sido justo, por la reciente memoria de la dictadura perpetua.

59. Un hogar sin libros es como un cuerpo sin Alma.

60. No puedo menos de interesarme en favor del que a navegar se apresta en el mismo borrascoso mar.

61. Ciertamente, la ignorancia de los males venideros nos es más útil que su conocimiento.

62. No considero libre a quien no tiene algunas veces sus ratos de ocio.

63. Mi desquite será proporcionado a los diversos géneros de ataques dirigidos contra mi autoridad o mi persona.

64. Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mí mismo.

65. Su alma irritada no pensaba en otra cosa que en castigar a sus enemigos; yo no pienso en los míos, ni me acordaré de ellos sino en la medida que lo imponga el supremo interés de la república.

66. Si el que compra con las formalidades prescritas por la ley queda a salvo de las reclamaciones de un tercero cuando el vendedor justifica la propiedad de la cosa vendida, con más razón cuando se discute el derecho de un cónsul a desempeñar tan alta magistratura, el llamado a justificar la designación del pueblo es el cónsul que lo propuso y le ha de dar posesión.

67. La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquísima y primera naturaleza de las cosas.

68. Aquí, padres conscriptos, aquí mismo, entre nosotros, en el seno de esta corporación, la más santa y augusta del universo, toman asiento unos hombres que premeditan mi muerte, y la vuestra, y la destrucción de Roma; ¿Qué digo? ¡El fin del mundo!

69. Por último, pasa revista conmigo a la penúl­tima noche, y te convencerás de que yo vigilo por salvar la República más que tú por perderla. Te digo que la penúltima noche fuiste al barrio de los herreros y estuviste, no tengo por qué callarlo, en la casa de M. Lecca; allí se reunieron en gran número los cóm­plices de tus criminales furores.

70. Siempre la mala paz es mejor que la mejor guerra.

71. Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos.

72. La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.

73. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.

74. ¿Cuánto tiempo hemos de ser todavía ju­guete de tu furor? ¿Dónde se detendrán los arrebatos de tu desenfrenado atrevimiento?

75. La violencia, la injus­ticia, el furor de los malvados, han podido arrancarme y destruir otras cosas; pero no han podido ni podrán despojarme del ánimo ni amenguar mi fortaleza.

76. Tropezar dos veces en la misma roca es una desgracia proverbial.

77. No me da vergüenza confesar que soy ignorante de lo que no sé.

78. La vida de los muertos consiste en hallarse presentes en el espíritu de los vivos.

79. La aspiración democrática no es una simple fase reciente de la historia humana. Es la historia humana.

80. La amistad a las contingencias favorables hace más espléndidas; y a las adversas, partiéndolas y comunicándolas, más llevaderas.

81. La verdadera gloria echa raíces y se expande; los vanos pretendimientos caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.

82. La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.

83. Todos los hombres pueden caer en un error; pero sólo los necios perseveran en él.

84. Las leyes se acallan con las armas.

85. No basta con alcanzar la sabiduría, es necesario saber utilizarla.

86. Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.

87. Si quieres ser viejo mucho tiempo, hazte viejo pronto.

88. Es elocuente quien dice con agudeza las cosas humildes; con galanura y esplendidez las de más alta categoría, y en estilo templado las cosas medianas.

89. Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.

90. La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.