Las mejores frases y reflexiones de Khalil Gibran

Khalil Gibran (1883-1931) fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés; es conocido como el poeta del exilio.​ Su libro más conocido es El profeta, compuesto de veintiséis ensayos poéticos.

Firma de Khalil Gibran:

FRASES COMENTADAS_

1.Tu vida está determinada no por lo que la vida te trae, sino por la actitud que tú traes a la vida. No es lo que te sucede, sino la forma en que tu mente mira lo que sucede.

No es lo que te pasa, sino como reaccionas a lo que te pasa. Aprendamos, pues, a reaccionar de la forma más sabia que podamos.


2. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Un mensaje muy optimista para recordarnos que todo pasa, incluso lo malo. Por ello, no debemos caer en la desesperación.


3. Aquel que se instruye a sí mismo y que rectifica su propia forma de vivir es más digno de respeto y de veneración que aquel que enseña a los demás cómo cambiar su forma de comportarse.

Hay una gran diferente entre ambas acciones. Instruirte a ti mismo, es muchísimo más complicado. Un trabajo que nos llevará toda la vida.


4. Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.

Gran reflexión. Hay que hablar menos, perdonar más y ser amable. No solo aprendemos de los sabios. También aprendemos de lo ignorantes para tratar de no ser como ellos.

OTRAS FRASES GENIALES DE KHALIL GIBRAN:

1. Das poco cuando das tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das.

2. Muchos de nosotros pasamos toda nuestra vida huyendo de los sentimientos con la creencia errónea de que no puedes soportar el dolor. Pero ya has soportado el dolor. Lo que no has hecho es sentir todo lo que eres más allá de ese dolor.

3. Es nuestro yo interno el que sufre cuando desobedecemos y el que nos mata cuando lo traicionamos.

4. El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría.

5. La tristeza no es más que una pared entre dos jardines.

6. Confía en los sueños, ya que en ellos está oculta la puerta hacia la eternidad.

7. El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad.

8. Siempre se ha sabido que el amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación.

9. El optimista ve la rosa y no sus espinas; el pesimista mira las espinas, ajeno a la rosa.

10. De los dos premios principales de la vida, la belleza y la verdad, encontré el primero dentro de un corazón cariñoso y el segundo en la mano de un trabajador.

11. Tu vida está determinada no por lo que la vida te trae, sino por la actitud que tú traes a la vida. No es lo que te sucede, sino la forma en que tu mente mira lo que sucede.

12. La exageración es la verdad que ha perdido su temperamento.

13. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

14. Ser capaz de mirar atrás en la vida con satisfacción es vivir dos veces.

15. Aquel que se instruye a sí mismo y que rectifica su propia forma de vivir es más digno de respeto y de veneración que aquel que enseña a los demás cómo cambiar su forma de comportarse.

16. Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio.

17. La perplejidad es el comienzo del conocimiento.

18. Si amas algo, déjalo libre. Si regresa es tuyo, sino nunca lo fue.

19. Si otro te injuria, puedes olvidarlo; si injurias tú nunca olvidarás.

20. Puedes olvidar a aquel con el que has reído, pero no a aquel con el que has llorado.

21. El silencio del envidioso está lleno de ruidos.

22. Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.

23. Si de noche lloras por el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

24. La vida sin amor es como un árbol sin flores ni frutos.

25. Me consideran loco porque no quiero vender mis días por oro. Y yo los considero locos porque creen que mis días tienen precio.

26. No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche.

27. ¿Dónde puedo encontrar un hombre gobernado por la razón y no por los hábitos y los deseos?

28. Del sufrimiento han emergido las almas más fuertes. Los caracteres más fuertes se forjan a base de cicatrices.

29. Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto.

30. Si revelas tus secretos al viento, no culpes al viento por revelarlos a los árboles.

31 Todos los pobres no son despreciados. La riqueza del mundo es un mendrugo de pan y un abrigo.

32. Tu diario vivir es tu templo y tu religión. Cada vez que entres en él, hazlo con todo tu ser.

33. Tampoco la burla será poderosa contra los que escuchan a la humanidad o los que siguen las huellas de la divinidad, porque vivirán para siempre. Por siempre.

34. Si la otra persona te hiere, puedes olvidarte de la lesión; pero si le haces daño, siempre lo recordarás.

35. La tortuga puede hablar más del camino que la liebre.

36. Tú, al dar, no das más que la ínfima parte de tu fortuna, que sería sin valor alguno si no haces de tu caridad una parte integrante de ti mismo.

37. Si veis a un hombre desviarse de los frutos prohibidos que le arrastarían a crímenes insondables, juzgadle con amor, porque es Dios quien preserva en él.

38. Los hombres no desean la bendición en sus labios ni la verdad en sus corazones, porque la primera es producto de las lágrimas y la segunda es hija de la sangre.

39. El hombre ha recibido de Dios el poder de esperar, y esperar firmemente hasta que el objeto de su esperanza le quite de los ojos el velo del olvido.

40. Sólo la semilla que rompe su cáscara es capaz de atreverse a la aventura de la vida.

41. No olvides que la Tierra se deleita al sentir tus pies descalzos y los vientos anhelan jugar con tu cabello.

42. Aléjate de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.

43. No busques el amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir.

44. Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa.

45. Cuando améis no digáis “Dios está en mi corazón”, sino “estoy en el corazón de Dios”.

46. Levántate, corazón, alza tu voz y canta porque quien no acompaña al coro de la luz, seguirá perteneciendo a los engendros de las sombras.

47. Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho, no te fijes en lo que ha logrado, sino en lo que aspira a hacer.

48. Las cosas materiales matan al hombre sin sufrimiento, el amor lo reanima con vivificantes dolores.

49. Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron.

50. Eres tu propio precursor, y las torres que has erigido son los cimientos de tu yo gigante.

51. El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío.

52. Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir.

53. Las lágrimas son fuego que purifica el amor, haciéndolos nítidos y hermosos por una eternidad.

54. En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.

55. Confía en los sueños, porque en ellos está escondida la puerta de la eternidad.

56. La amistad es siempre una dulce responsabilidad, nunca una oportunidad.

57. Hablas cuando dejas de estar en paz con tus pensamientos.

58. Si tu corazón es un volcán, ¿cómo esperas que florezcan las flores?

59. Un amigo que está lejos está a veces mucho más cerca que uno que está a tu lado.

60. Porque la vida y la muerte son una, así como el río y el mar son uno.

61. Muchas doctrinas son como un cristal de ventana. Vemos la verdad a través de ellas pero nos separan de la verdad.

62. Todos nosotros no somos capaces de contemplar con una mirada interior las grandes profundidades de la vida, y es cruel exigir de aquel que tiene la vista bajada que distinga lo que es oscuro y lejano.

63. Amaos los unos a los otros, pero no hagáis un vínculo de amor: que sea un mar en movimiento entre las orillas de vuestras almas.

64. La fe es un oasis en el corazón que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento.

65. Las flores de los campos son las hijas del cariño del Sol y del amor de la naturaleza. Y los hijos de los hombres son flores del amor y de la compasión.

66. Noche infinita que te alzas sobre las nubes del crepúsculo, coronada por la Luna, envuelta en el manto del silencio y empuñando la espada del terror.

67. Un hombre que no puede tolerar los pequeños defectos de una mujer, jamás podrá disfrutar de sus grandes virtudes.

68. El progreso no consiste solamente en mejorar el pasado: consiste en ir desde adelante hacia el futuro.

69. El trabajo es amor hecho visible. Si no puedes trabajar con amor sino sólo con aversión, es mejor que dejes tu trabajo y te sientes en la puerta del templo a pedir limosnas a aquellos que trabajan con alegría.

70. Calla, corazón, porque el espacio no te escucha. Calla, pues el aire, cargado de lamentos y sollozos no retendrá tus himnos. Calla, porque los fantasmas de la noche no se ocupan del susurro de tus secretos y el cortejo de las sombras no va a detenerse ante tus sueños.

71. Algunos de ustedes dicen: “La alegría es mejor que el dolor”, y otros dicen: “No, el dolor es el mejor”. Pero yo os digo que son inseparables. Juntos vienen y cuando uno se sienta solo contigo en tu mesa, recuerda que el otro está dormido en tu cama.

72. Vuestros hijos no son vuestros; son los hijos de la vida, que se busca ansiosamente a si misma. Vienen a este mundo por vuestro intermedio pero no de vosotros; y, a pesar de vivir con nosotros, no son propiedad vuestra.

73. No progresas mejorando lo que ya esta hecho, sino por lograr lo que aún queda por hacer.

74. Que no haya ningún propósito en la amistad sino en la profundización del espíritu.

75. En ciertos países, la riqueza de los padres es una fuente de infelicidad para los hijos. La gran casa sólida que el padre y la madre han empleado juntos para poner a salvo sus riquezas, se convierte en una prisión estrecha y sombría para las almas de sus herederos.

76. El ojo de un ser humano es un microscopio que hace que el mundo parezca más grande de lo que realmente es.

77. ¿Qué diferencia hay entre nosotros, salvo un sueño inquieto que sigue a mi alma, pero teme acercarse a ti?

78. La soledad es un consuelo para un alma entristecida, que aborrece a los que la rodean igual que un ciervo herido abandona su rebaño, para refugiarse en una cueva en la que sonará o morirá.

79. Siempre hemos sido nuestro propio precursor, y lo seremos eternamente. Y todo lo que hayamos juntado y todo lo que recojamos no serán sino semillas para campos todavía sin cultivar. Somos el campo y el labrador, los segadores y la cosecha.

80. Hay una trémula primavera en cada invierno del corazón, y un sonriente amanecer se esconde tras el velo de cada noche.

81. Pobre hermano mío, la pobreza da valor a la nobleza de espíritu, mientras que la riqueza descubre su mal… Pobre amigo mío, si pudieras saber simplemente que la pobreza que te hace tan desgraciado es precisamente lo que revela el conocimiento de la justicia y la comprensión de la vida, estarías satisfecho de tu suerte.

82. Si el abuelo del abuelo de Jesús hubiera sabido lo que estaba escondido dentro de él, habría permanecido humilde y temeroso ante su alma.

83. La sabiduría deja de ser sabiduría cuando se vuelve demasiado orgullosa para llorar, demasiado grave para reír, y demasiado egoísta para buscar otra que no sea ella misma.

84. Todo lo que puede dar el amor es entregarse a si mismo; y no toma nada que no sea de si mismo. El amor no posee nada y no admite ser poseído, porque el amor se conforma con el amor mismo.

85. Te quiero porque eres débil ante el opresor poderoso, y pobre ante el rico codicioso. Por eso lloro contigo y te consuelo. Y tras mil lágrimas te veo, oprimido entre los brazos de la justicia, sonreír y perdonar a tus seguidores.

86. Si en el crepúsculo de la memoria nos encontráramos una vez más, volveremos a hablar juntos y ustedes me cantarán un canto más profundo.

87. Bueno es que des a aquel que, al implorarte caridad, te haya demostrado su necesidad; pero más bello es que dieras a aquel que no te pide, sabiendo tú de su miseria y pobreza; porque quien abre sus manos y su corazón, tiene, en su acción, mayor satisfacción íntima, por haberse dado con el menesteroso.

88. De los dos premios principales de la vida, la belleza y la verdad, encontré el primero en un corazón amoroso y el segundo en manos de un obrero.

89. Que en vuestra vida matrimonial haya un espacio que separe los unos de los otros, a fin de que los vientos de los cielos puedan soplar y bailar en medio de vosotros.

90. La fe es un conocimiento dentro del corazón, más allá del alcance de la prueba.

91. Amor… envuelve a cada ser y se extiende lentamente para abrazar todo lo que será.

92. He aprendido el silencio del hablador, la tolerancia de los intolerantes y la bondad de los malos. Sin embargo, por extraño que parezca, soy desagradecido con esos maestros.

93. Hay hombres que dan un poco de lo mucho que poseen. Y si lo hacen es al solo efecto de ganar fama y galardón. En sus deseos íntimos y codicias, pierden el mérito de su caridad, por el prurito de vana celebridad.

94. Que cada uno de vosotros llene la copa de su compañero, pero no bebáis en una sola copa. Que cada uno de vosotros dé su pan al otro, pero no comáis todo del mismo pan.

95. Lo que yo dejo no es la camisa que me saco hoy y que mañana vuelvo a usar. No; es mi carne que desgarro. No es un pensamiento que yo dejo detrás de mí, sino un corazón que mi hambre ha embellecido y que mi sed volvió tierno y brillante.

96. Cuando la tristeza funde a dos corazones, ni la gloria ni la felicidad será capaz de destruir esa unión.

97. Que tu acto sea una de las manifestaciones de la adoración, y que tu mesa sea un altar sobre el cual ofrendes presentes puros e inmaculados de los campos y de las huertas, en holocausto de ese “yo” que es más puro que ellos y que está radicado en la profundidad del ser mismo.

98. En cada país, cada cuidad, en cada rincón del mundo, vive una mujer que es la representante de tiempos futuros.

99. ¿No es la montaña mucho más impresionante y más claramente visible a uno que pasa por el valle que a los que habitan la montaña?

100. Cuando el amor os llame, seguidlo por más abrupto y escarpado que sea su camino. Si os cubre con sus alas, obedecedle, aunque os hiera la espalda que oculta su plumaje. Cuando el amor os hable, tened fe en él, aunque su voz destruya vuestros sueños y los disipe cual viento del norte que asuela el jardín.

101. La generosidad es dar más de lo que puedes, y el orgullo es tomar menos de lo que necesitas.

102. La verdadera fuerza que impide que el corazón sea herido es la que le evita crecerse con su grandeza interna. El canto de la voz es melodioso, pero el canto del corazón es la voz pura del cielo.

103. El más lamentable entre los hombres es el que convierte sus sueños en plata y oro.

104. El derecho forma parte de la voluntad, porque las almas flotan al viento de acá para allá cuando los fuertes dominan y los débiles padecen los cambios para bien y para mal. No neguéis tampoco la voluntad del alma, más fuerte que la fuerza del brazo.

105. ¿Dónde está la justicia del poder político si ejecuta al asesino y encarcela al saqueador pero luego se acerca a las tierras vecinas, matando a miles y saqueando las mismas colinas?

106. La lujuria por la comodidad, esa cosa furtiva que entra en la casa como un huésped, luego se convierte en un anfitrión, y luego en un amo.

107. Avanzar es encaminarse hacia la perfección. Marchen y no teman las espinas, ni las piedras afiladas en el camino de la vida.

108. El justo está cerca del corazón del pueblo, pero el misericordioso está cerca del corazón de Dios.

109. La persona que consideras ignorante e insignificante es la que vino de Dios, para que pueda aprender la bienaventuranza y el conocimiento que proporciona la tristeza.

110. Del sufrimiento han surgido las almas más fuertes. Los caracteres más sólidos están plagados de cicatrices.