Las mejores frases y reflexiones de Mary Shelley

Mary Shelley (1797-1851) fue una escritora​ dramaturga, ensayista y biógrafa británica​ reconocida principalmente por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo, ​ considerada la primera novela de ciencia ficción moderna y que logra inaugurar el género. 

Firma de Mary Shelley:

FRASES COMENTADAS:

1. Nada contribuye a tranquilizar la mente como un propósito firme, un punto en el que pueda el alma fijar sus ojos intelectuales.

Cuando estás desocupado, sin metas, sin objetivos, sin alguna ilusión que te inspire, tu mente empieza a buscar algún problema. Empieza a verlo todo negro. Sin embargo, cuando te mantienes enfocado en alguna meta que te motive, no dejas tiempo y espacio a tu mente para que pueda dedicarse a hacerte perder tu tiempo.


2. No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas.

Sin duda, una gran reflexión. No hay que superarnos para ser mejor que nadie. Siempre, la clave está en superarte a ti mismo. Incluso, en las competiciones donde el objetivo es superar al contrario, a tu rival… en el fondo, todo consiste en superarte a ti mismo, en ser mejor, cada día, un poco más que el día anterior. Se trata de ti. Solo de ti.


3. Es difícil creer que el destino de un hombre sea tan bajo que le lleve a nacer sólo para morir.

Por eso es tan importante tener un propósito. Ya sea amar a nuestra familia, ser el mejor cocinero de tu ciudad, ser un buen profesor, etc. Cualquier cosa sirve si te nace directamente del corazón. Hay que aprender a escuchar al destino. Tener un propósito, da un sentido a nuestra existencia.


4. Cualquier inteligencia normalmente dotada que se dedique con interés a determinada área, llega sin duda a dominarla con cierta profundidad.

Esa es la clave, poner nuestro corazón en aquello que nos interesa, nos motiva e inspira y dedicarle tiempo, enfoque, dedicación. Entonces, podremos convertirnos en maestros de ese arte.

ANÉCDOTAS DE MARY SHELLEY:

1) El origen de Frankenstein: En cierta ocasión, la pareja pasó un verano con el poeta Lord Byron  El clima del lugar donde estaban asentados era bastante malo, por lo que en ocasiones debían pasar varios días encerrados en casa. En uno de esos períodos de aislamiento, Lord Byron propuso que cada uno de ellos escribiera una historia de terror, como si fuera un concurso. Sin duda, la que más destacó fue Mary Shelley, con su novela Frankenstein o el Moderno Prometeo, que en un principio tenía pensado ser un relato corto.

2) Su marido, Percy Shelley murió en un accidente de navegación, hundiendo a Mary en una nueva depresión. Sin embargo, la carrera literaria de Mary no paró de crecer, sino más bien todo lo contrario, al mismo tiempo que ella empezaba a tener más romances (aunque nunca volvió a casarse).

OTRAS FRASES GENIALES DE MARY SHELLEY:

1. El ángel caído se convierte en un malvado demonio. No obstante, incluso el enemigo de Dios y del hombre gozó de la compañía de amigos y semejantes en su desolación. Yo en cambio, estoy completamente solo.

2. ¿Quién puede concebir los horrores de mi encubierta tarea, hurgando en la húmeda oscuridad de las tumbas o atormentando a algún animal vivo para intentar animar el barro inerte? Ahora me tiemblan los miembros con sólo recordarlo; entonces me espoleaba un impulso irresistible y casi frenético.

3. Nada contribuye a tranquilizar la mente como un propósito firme, un punto en el que pueda el alma fijar sus ojos intelectuales.

4. Estamos ligados por vínculos tenues a la prosperidad o a la ruina.

5. Busca serenamente la felicidad y evita la ambición, aunque ésta sea en apariencia tan inofensiva como la que persigue el camino de la ciencia.

6. ¡Cuán extraña es la naturaleza del saber! Se aferra a la mente como el musgo a la roca.

7. El lobo se vestía con piel de cordero y el rebaño consentía el engaño.

8. La contemplación de la grandiosidad de la naturaleza siempre confirió nobleza a mis pensamientos, haciendo que olvidara las preocupaciones cotidianas.

9. Te juro que hubiera preferido permanecer siempre en la ignorancia. Antes eso que descubrir la ingratitud y la depravación de una persona tan querida por mí.

10. No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas.

11. Tengo sin embargo una gran necesidad que hasta ahora no he podido satisfacer; y que ahora siento como una falla lamentable. No tengo aquí ningún amigo.

12. Sé que usted busca el conocimiento y la sabiduría, como yo lo hice una vez; y espero vivamente en que la satisfacción de sus deseos no resulte ser una serpiente que le muerda, como ha sucedido en mi caso.

13. ¿Por qué no he de continuar por estas olas indómitas y a la vez sumisas?

14. ¿Cómo es posible contemplar a un ser tan noble destruido por el dolor sin experimentar una profunda pena?

15. Amo la vida, pese a que no es más que un cúmulo de angustias, y la defenderé.

16. Como Adán, yo no parecía tener lazo alguno con los demás seres; pero su estado era muy distinto del mío en los demás aspectos.

17. Yo, como el archidemonio, llevaba un infierno en mis entrañas; y, no encontrando a nadie que me comprendiera, quería arrancar los árboles, sembrar el caos y la destrucción a mi alrededor, y sentarme después a disfrutar de los destrozos.

18. El remordimiento anulaba cualquier esperanza. Era el autor de males irremediables, y vivía bajo el constante terror de que el monstruo que había creado cometiera otra nueva maldad.

19. Si nuestros instintos se limitaran al hambre, la sed y el deseo, seríamos casi libres. Pero nos conmueve cada viento que sopla, cada palabra al azar, cada imagen que esa misma palabra nos evoca.

20. Sin embargo, ¡Cuántas cosas estamos a punto de descubrir si la cobardía y la dejadez no entorpecieran nuestra curiosidad!

21. Quien no haya experimentado la seducción que la ciencia ejerce sobre una persona, jamás comprenderá su tiranía.

22. Pero, ¿Dónde estaban mis amigos y familiares? No había tenido un padre que cuidase de mi infancia, ni una madre que me bendijera con sus sonrisas y caricias; y si los tuve, toda mi vida pasada no era sino tiniebla, un ciego vacío que no distinguía nada.

23. Para aproximarse a la perfección, un hombre debería conservar siempre la calma y la tranquilidad del espíritu sin permitir jamás que ésta fuera turbada por una pasión o un deseo momentáneo.

24. De las manos de Dios había salido una criatura perfecta, próspera y feliz, protegida por el especial cuidado de su Creador; se le había permitido conversar con seres de naturaleza superior y adquirir de ellos su saber; en cambio, yo era desdichado, estaba desamparado y solo.

25. Pero tenemos la obligación de esconder nuestro dolor para no aumentar el de los que nos rodean.

26. Sólo de ti podía esperar socorro, aunque no me despertaba otro sentimiento que el del odio.

27. Yo en cambio llevaba un infierno dentro de mí, y nadie podría arrancarlo jamás.

28. Ten cuidado, porque no tengo miedo y eso me hace poderoso.

29. ¿Por qué debo respetar al que me desprecia?

30. Cualquier inteligencia normalmente dotada que se dedique con interés a determinada área, llega sin duda a dominarla con cierta profundidad.

31. La guerra es el juego del estadista, la dicha del sacerdote, la burla del abogado y la profesión del asesino mercenario.

32. Nada hay más doloroso para el espíritu humano, tras la excitación que provoca la rápida sucesión de los acontecimientos, como esa calma mortal de apatía y certidumbre que la sigue, y priva al alma de toda esperanza y temor.

33. Amigo mío, veo por su interés, y por el asombro y expectativa que reflejan sus ojos, que espera que le comunique el secreto que poseo; mas no puede.

34. Desde el principio de mis recuerdos, había sido como era entonces en estatura y proporción. Hasta ahora, nunca había visto a un ser que se pareciese a mí ni pretendiese contacto alguno conmigo. ¿Qué era yo? La pregunta me surgía una y otra vez, sólo para contestarla con gemidos.

35. ¡Insensible, despiadado creador! Me habías dotado de percepción y de pasiones, y luego me habías arrojado al mundo para desprecio y horror de la humanidad. Pero sólo de ti podía recabar piedad y desagravio, y en ti decidí buscar esa justicia que en vano trataba de obtener de cualquier ser con forma humana.

36. Unas veces parecía un mero vástago del principio del mal; otras, lo más noble y divino que cabe imaginar. El Monstruo.

37. Dios, en su misericordia hizo al hombre hermoso y atractivo, a su propia imagen; en cambio, mi figura era una mezcla inmunda, una parodia de la tuya, más espantosa aún por su parecido.

38. Muchas veces consideré a Satanás el símbolo más acorde a mi condición.

39. Si el estudio al que te consagras tiende a debilitar tu afecto y a destruir esos placeres sencillos en los cuales no debe intervenir aleación alguna, entonces, ese estudio es inevitablemente negativo, es decir, impropio de la mente humana.

40. Vi cómo se marchitaba y acababa por perderse la belleza; cómo la corrupción de la muerte reemplazaba la mejilla encendida; cómo los prodigios del ojo y del cerebro eran la herencia del gusano.

41. La invención, debe ser admitido humildemente, no consiste en crear desde el vacío, sino desde el caos… consiste en la capacidad de atrapar las posibilidades de un tema y en el poder de moldear y dar forma a las ideas que sugiere.

42. Vestía con modestia, pero su actitud la convertía en modelo de gracia.

43. La vida y la muerte me parecen límites ideales.

44. Toda política llevada al extremo debe ser producto de la maldad.

45. Mis sueños eran más fantásticos y magníficos que mis escrituras.

46. Es difícil creer que el destino de un hombre sea tan bajo que le lleve a nacer sólo para morir.

47. La elegancia es inferior a la virtud.

48. Es justicia, no caridad lo que está deseando el mundo.

49. El gesto contrariado, la mirada perdida, ponían en su rostro una mezcla de cobardía y temor.

50. Vagué por la isla como un fantasma, alejado de todo lo que amaba, y entristecido por esta separación.

51. El sueño en el cual me sumí me recuperó; y, al despertar, sentí de nuevo como si perteneciera a una raza de seres humanos como yo.

52. Aprende de mí, si no por mis preceptos, al menos por mi ejemplo, lo peligroso que es la adquisición de conocimientos.

53. Yo era bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido. Concededme la felicidad, y volveré a ser virtuoso.

54. Los hombres necesitan hasta tal punto aferrarse a algo que son capaces de plantar las manos sobre una lanza envenenada.

55. La angustia de mis sentimientos no cejaba; no había incidente del cual mi furia y desdicha no pudieran sacar provecho.

56. Pero el pensamiento trajo poder y conocimiento y, ataviada con ellos, la raza del hombre asumió dignidad y autoridad.

57. Vigilaré con la astucia de la serpiente, y con su veneno te morderé. ¡Mortal! Te arrepentirás del daño que me has hecho.

58. Cada uno de nosotros escribe una historia, una historia de fantasmas.

59. ¿Crees que me importa mi reputación?

60. En tanto quedará vivo alguien quien yo pudiera amar, siempre tendría razones para tener miedo.

61. El amor, que no es más que un episodio en la vida de los hombres, es la historia entera en la vida de las mujeres.

62. Yo también puedo sembrar la desolación; mi enemigo no es invulnerable.

63. ¡Con qué facilidad varían nuestros sentimientos y que extrañamente nos aferramos a la vida en momentos de desesperación!

64. No desesperaremos. No somos cobardes ni fatalistas; creemos que Dios ha puesto en nuestras manos los medios para nuestra supervivencia y vamos a sacarles el máximo provecho.

65. En vez de odiarme, me acepte y me enseñe sus bondades.

66. Mortal, podrás odiar, pero ¡Ten cuidado! Pasarás tus horas preso de terror y tristeza, y pronto caerá sobre ti el golpe que te ha de robar para siempre la felicidad.

67. Apenas sí podía soportar el cúmulo de pensamientos que se me agolpaban en la mente.

68. ¿Qué significaba su llanto? ¿Expresaban sus lágrimas dolor?

69. Soy un malvado porque no soy feliz.

70. Me equivoqué en una sola cosa: todas las desgracias que imaginaba y temía no llegaban ni a la centésima parte de la angustia que el destino me tenía reservada.

71. Esta muerte le acarreará la desesperación, y mil otras desgracias lo atormentarán y destrozarán.

72. ¡Quisiera pisotearte hasta convertirte en polvo, si con ello, con la abolición de tu miserable existencia, pudiera devolverles la vida a aquellos que tan diabólicamente has asesinado!

73. Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera.

74. Desde el momento en que me condenaron, el confesor ha insistido y amenazado hasta que casi me ha convencido de que soy el monstruo que dicen que soy.

75. Me vengaré de mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo.

76. Todos los jueces prefieren condenar a diez inocentes antes de que se escape un culpable.

77. Los científicos modernos prometen muy poco; saben que los metales no se pueden transmutar, y que el elixir de la vida es una ilusión.

78. Sentir amor por otro, me colocará en el engranaje de la existencia que llevan los demás, y de la que ahora estoy excluido.

79. ¿Qué podría detener un corazón decidido y la voluntad firme de un hombre?

80. Satanás tuvo a sus compañeros, a sus demonios seguidores, que le admiraban y alentaban; pero yo me encuentro solo y soy abominado.

LAS MEJORES FRASES Y REFLEXIONES DE ANTHONY DE MELLO